Cómo hacer apagado en ukulele paso a paso y tres canciones para practicarlo

 ¿Y si el silencio también fuera música?

Cuando pensamos en mejorar nuestro ritmo al tocar el ukulele, solemos obsesionarnos con lo evidente: nuevos rasgueos, acordes complejos, velocidad o coordinación entre ambas manos. Pero hay un recurso que, aunque sutil, puede marcar toda la diferencia en cómo suena tu interpretación: el apagado de cuerdas.

Sí, ese pequeño gesto que detiene el sonido a propósito, que crea silencios rítmicos y que le da a tu interpretación un carácter mucho más expresivo, profesional y preciso. Es una técnica muchas veces pasada por alto, pero imprescindible si quieres sonar limpio, con groove y control total del ritmo.

Hoy aprenderás paso a paso cómo dominar el apagado en el ukulele, con consejos clave para ejecutarlo correctamente y tres canciones perfectas para aplicarlo en un contexto real. ¡Adelante con tu práctica!


✋ ¿Qué es el apagado en ukulele?

El apagado (también llamado chop, mute o silencio rítmico) es una técnica en la que interrumpes el sonido de las cuerdas justo después de rasguearlas o incluso como parte de un patrón de rasgueo. En la notación, muchas veces verás una "X" que indica este gesto.

El resultado es un efecto percursivo y rítmico, que hace que tu ukulele "respire" entre acordes y cree contraste entre sonidos largos y cortos.


🧠 Paso a paso: Cómo hacer el apagado correctamente

1. Rasgueo descendente en diagonal

  • Usa los dedos de la mano derecha (generalmente los nudillos del índice o medio) para hacer un rasgueo rápido y superficial hacia abajo, en un ángulo ligeramente diagonal, como si “borrases” algo con la yema.

  • Este movimiento sirve como base del gesto. Aquí no se apaga el sonido todavía, pero se prepara el terreno.

2. Apagar con la palma (muñeca o borde de la mano)

  • Inmediatamente después del rasgueo, gira suavemente la muñeca hacia abajo, haciendo que la parte externa de la palma (cerca del meñique) toque las cuerdas para detener el sonido.

  • No es un golpe fuerte, sino un toque firme pero controlado, como si dijeras: “basta”.

3. Hazlo en cámara lenta

  • Al principio, practica el rasgueo y el apagado como dos movimientos separados.

  • Luego, ve fusionándolos en un solo gesto fluido y relajado.


🧾 Recomendaciones para una práctica efectiva

Ve lento y con atención plena: La clave está en automatizar el gesto con suavidad y sin tensión.

Cuidado con los dedos y los nudillos: Asegúrate de no rozar partes sensibles o huesudas al rasguear. Si sientes dolor, ajusta la posición.

Golpecito de arranque (opcional): Si te cuesta ubicar la palma, puedes comenzar con un ligero golpecito sobre las cuerdas después del rasgueo. Esto te ayudará a coordinar.

Evita abrir la mano de más: El apagado no es un zarpazo. Mantén los dedos cerca y la mano compacta, para mayor control y menor fatiga.


🎶 3 canciones perfectas para practicar el apagado

Estas canciones comparten un rasgueo común:
D U – X U – D U – X U
(donde "X" es el apagado)

🎵 1. Don’t Worry, Be Happy – Bobby McFerrin

  • Ritmo relajado, ideal para principiantes.

  • Usa pocos acordes y permite enfocarse en el gesto de apagado.

  • Prueba tocándola primero sin cantar, y después añádele la voz para trabajar coordinación.

🎵 2. Prometiste – Pepe Aguilar

  • Una balada con aire regional, muy buena para quienes quieren llevar el apagado a un contexto más emocional y pausado.

  • El apagado ayuda a enfatizar la parte rítmica sin perder delicadeza.

🎵 3. No te apartes de mí – Vicentico (cover de Roberto Carlos)

  • Ideal para trabajar interpretación con matices.

  • Aunque es suave, el apagado le da a esta canción un “pulso” que la hace sentir viva y emocionalmente controlada.


🧩 Conclusión: Apagar para sonar mejor

El apagado es una técnica que puede parecer menor, pero en realidad transforma tu manera de tocar. Te da control, pausa, expresión y musicalidad. Como una respiración en medio de una frase, como una coma que ordena el sentido: el silencio también es parte de la música.

Al dominar este gesto, notarás que tu ritmo mejora, tus rasgueos suenan más definidos y tus canciones tienen más vida. Además, es una excelente forma de introducir recursos percusivos sin dejar de tocar armónicamente.

Hazlo parte de tu rutina diaria. Empieza lento. Y muy pronto, ese "X" misterioso en las tablaturas dejará de ser un obstáculo para convertirse en uno de tus mejores aliados musicales. 🎶🪕

Descarga GRATIS la guía "UKUELELE PRO" y obtén una técnica perfecta



Previous
Previous

Usa el metrónomo a tu favor y conviérte en profesional

Next
Next

¡Práctica doble! Voz y Ukulele - Escalas para dominar ambos